Busilvex se prescribe como parte de un régimen de acondicionamiento previo al trasplante de células madre hematopoyéticas. Se utiliza en pacientes con condiciones como leucemia, linfomas, y otras enfermedades hematológicas, para eliminar las células enfermas y preparar el cuerpo para recibir las nuevas células madre.

Busilvex se administra por vía intravenosa (IV) en un entorno hospitalario bajo la supervisión de un equipo médico especializado. La dosis y la duración del tratamiento dependen de varios factores, incluyendo el tipo de enfermedad, el protocolo de acondicionamiento específico, y las características individuales del paciente (como peso y estado general de salud).

Antes de recibir Busulfano, es importante informar al médico sobre cualquier condición médica preexistente, especialmente problemas pulmonares, hepáticos o renales, ya que Busilvex puede afectar estos órganos. Además, debido a los riesgos de toxicidad, durante el tratamiento se realizan monitoreos regulares, incluyendo exámenes de sangre, para evaluar la función hepática, renal y pulmonar.

Los efectos secundarios del Busulfano pueden incluir náuseas, vómitos, fatiga, diarrea, estomatitis (inflamación de la boca), y toxicidad en órganos específicos como el hígado (hepatotoxicidad), los pulmones (neumonitis intersticial) y la mucosa gastrointestinal. Además, puede aumentar el riesgo de infecciones debido a la supresión del sistema inmunitario. Es crucial estar en constante comunicación con el equipo de atención médica para manejar adecuadamente cualquier efecto secundario.