Ifosfamida es un medicamento de quimioterapia que se usa para tratar varios tipos de cáncer, incluyendo sarcomas de tejidos blandos, cáncer de testículo y linfomas. Actúa alterando el ADN de las células cancerosas, lo que dificulta su crecimiento y multiplicación.

Ifosfamida se administra por vía intravenosa, generalmente en un entorno hospitalario. Es frecuentemente parte de un régimen de quimioterapia combinada y se administra en ciclos, con periodos de descanso para permitir que el cuerpo se recupere.

Antes de recibir ifosfamida, los pacientes deben ser evaluados para detectar cualquier problema renal o de la vejiga, ya que el medicamento puede ser tóxico para estos órganos. La hidratación y la administración concomitante de mesna pueden ayudar a proteger la vejiga de los efectos nocivos.

Los efectos secundarios incluyen náuseas, vómitos, pérdida del apetito, alopecia y supresión de la médula ósea. La cistitis hemorrágica es un efecto secundario grave que requiere atención médica inmediata. Los pacientes también deben ser monitorizados para detectar signos de neurotoxicidad.